sábado, 9 de agosto de 2008

Cuando olvidas mirar el sentir...


Entre la sed ignorante y mis hojas transparentes, estás tú, mirándome…

Abstraída ¡Lejos! Lo más posible…miro hacia donde mis palabras me recuerden que sigo viva, que sigo viviendo en un mundo donde los ojos sienten y el corazón atrofiado lo olvida …Sonrisas, lagrimas, Sufrimiento vaciado en vitrinas. Solo contempla tu reflejo en ellas...un minuto, dale tiempo a las arrugas de tu piel, tienen tantas historias que contar, vieron lo que pasó al pestañear. ¡Tantos segundos en un lugar!

Bajo la taza de café y sobre la sombra de tu mirada, hay una cuchara, agita, bebe…

Condicionados pensamientos…creamos barreras, para no caer en el abismo egoísta.

Él nos lleva sin sacarnos de aquí, nos hace feliz sin saber nuestros nombres, abraza nuestras penas, al dormir las suelta, y en el minuto más inesperado nos manda una carta. Todo fue un sueño.

Tiemblo al notar mis reflejos adquiridos sin voluntad, no podría ser mejor, un rayo de sol frente a mis ojos…cegando mis miedos por un segundo. Y que nos quemen todo, y en dos movimientos soltar el “porque”…Si… deben saber que contestar.

Y esos paisajes embusteros, sombras que no son más que eso, ni la luz en sus ojos es posible distinguir…sonrisas letales…felicidad espontánea… ¿Dónde la consiguen?

Sí, si la venden, en esos libros plásticos de al frente. Tu mente se vende?...Se regala… solo falta una transacción de retórica por implantes de pensamientos.

Gira…una vez más…para, si ahí...Justo ahí…. ¿Lo habías notado?