Cambiar, cambiar mis latidos por mil sonrisas y caminar sin rumbo por gusto.
Tener a la intuición como amiga y escuchar a lo lejos el galope del tiempo, cual gota cae sobre la esponja.
Creer que en la humildad se esconde el secreto de la felicidad y tener fe certera...de que a todos los puntos finales les sigue una mejor historia.
Sentir el aroma de la tierra lluviosa y de césped recién cortado.
Soplar remolinos con suspiros para limpiar el alma y no arrepentirse de lo que te haya regalado felicidad, no es de utilidad...mejor guardarlo con el nombre de recuerdo.
Viajar en sueños y en vida, cruzar límites, dejarse llevar por la corriente de la imaginación... aún sabiendo que caerás en el mar de realidad.
Ser un pasajero de las ideas. Recoger flores, mirarlas y ver a través de su hermosura, la perfecta creación.
Cantar para desahogar notas de dolor y escribir...porque no hay mejor confidente que el papel.
Amar, amar sin condición...sin ningún prejuicio como excusa. Amar de verdad, olvidando el miedo...hasta que al corazón no le quepa odio.
Ser feliz y hacer feliz...porque a eso hemos venido a este mundo.