jueves, 11 de febrero de 2010

Cantos de la madrugada.

Sin admitir la inmensa soledad, salgo a vagar por un camino lleno de faroles amarillos.


Me encuentro con el cartonero, me canta una serenata mientras paso por su lado. Las Palomas y los Gorriones están sumidos en largos sueños. Yo, en cambio, no encuentro el mío.
El rocío anuncia su llegada, mas yo lo ignoro...una polera y sandalias son suficientes al momento de querer encontrar
ese querer, esas ganas, esa motivación.


Es difícil relatar historias bellas, cuando tu compañera de letras se siente plena y no tiene el corazón roto o hinchadamente completo.


Trato de buscar alguna flor que no haya caído ante los brazos de Morfeo, alguna estrella que me regale su fulgor retardado o simplemente una luciérnaga invisible que me susurre algún cántico-¿ Es demasiado pedir?- Es tan solo... "un poco" tarde.


Debo retroceder un tanto, para escribir algo digno de mis atardeceres...que son pocos, pero significativos.

Ya no quiero tener tu cara, mientras esbozo susurros de pensamientos, de hecho creo que la olvidé -me gusta así-


La niebla que te cubre, mi fiel compañera ahora no está… ¿Debo agradecerle?

No la extraño. Tampoco me siento cómoda tomando prestado cada segundo del reloj, y multiplicándolos a mi favor.

Raro es inventar canciones con instrumentos robados...es como componer una canción que no tiene rostro, tanto así, que la luz que emanaría... sería ficción.


Tal vez todo en esta vida lo sea... -y así voy cayendo en un frío insostenible que sabe a realidad-

Probablemente cada instrumento en esta vida haya sido diseñado con cualquier fin, menos el indicado...y sea así el curso de las cosas, que uno hace…nunca llegan a su rumbo…se desvían y mientras uno sufre en ese camino....llegan a un mejor fin.


Esperar, esa es la llave actual. No existen supuestos, ni prototipos...el cristal se rompió y la luz se dispara en mil sentidos...ya no puedo seguir pretendiendo, encontrarte en cada uno de ellos.

El tiempo no cura nada, solo te da evidencias para que pienses mejor las cosas, para que te des cuenta de una vez por toda que la manera que ocurrió todo...es siempre la mejor estrategia, la mejor manera de pasar...Y aún así uno se da vuelta, se hunde y vuelve al mismo lugar...


Cuando entiendes por fin la jugada de la vida...cuando las cartas están encima de tu cara, aunque estés con los ojos cerrados, el Sol te las muestra...debes dar un paso y dar paso a ese rayo de luz , para que ilumine tu corazón...sin condición…Seguir adelante.

Y así, ella cerró los ojos para abrir sus brazos a un nuevo día.





[Relatos locos, antes de ir a dormir…]