viernes, 26 de agosto de 2011

No olvidar...

Volver a los aromas del hogar, sentir que la mañana es verde y que la tierra del jardín no es más que polvo.

Cambiar, cambiar mis latidos
por mil sonrisas y caminar sin rumbo por gusto.

Tener a la intuición como amiga y escuchar a lo lejos el galope del tiempo, cual gota
cae sobre la esponja.

Creer que en la humildad se esconde el secreto de la felicidad y tener fe certera...de que a todos los puntos finales les sigue una mejor historia.

Sonreír, porque no hay mejor forma de vivir.

Sentir el aroma de la tierra lluviosa y de césped recién cortado.

Soplar remolinos con suspiros para limpiar el alma y no arrepentirse de lo que te haya regalado felicidad, no es de utilidad...mejor guardarlo con el nombre de recuerdo.

Viajar en sueños y en vida, cruzar límites, dejarse llevar por la corriente de la imaginación... aún sabiendo que caerás en el mar de realidad.

Ser un pasajero de las ideas. Recoger flores, mirarlas y ver a través de su hermosura, la perfecta creación.

Cantar para desahogar notas de dolor y escribir...porque no hay mejor confidente que el papel.

Amar, amar sin condición...sin ningún prejuicio como excusa. Amar de verdad, olvidando el miedo...hasta que al corazón no le quepa odio.


Ser feliz y hacer feliz...porque a eso hemos venido a este mundo.

5 comentarios:

Chamelín dijo...

Es como un viento nuevo. Es desconocido pero trae cosas novedosas. Eso es bueno, porque los escritos empiezan a agarrar olor a naftalina.

No hay mucho que decir "técnicamente". Es más bien un trance personal, hay que dejarlo tranquilito.

Si bien es una especie de "obertura", es muy prometedor. Estaré a la espera de las cosas que vendrán (:


Un abrazo

Anónimo dijo...

Creo, sin duda, que esa es la clave. Cambiar los límites. Quizá discrepamos en algunos aspectos pero en esencia, apuntamos hacia lo mismo.
Me llamó la atención el final... "Para eso hemos venido al mundo"
No sé si estoy de acuerdo, es claramente una de las metas presentes pero no sé qué tan de acuerdo esté en que exista siquiera un propósito.
Solo puedo decir en esta ocasión, que el camino más difícil es aquel que nos conduce hacia nosotros mismos... pero sin duda, al final de él, podremos ver el mundo renacer.
Como dice un viejo amigo y como te lo he repetido incontables veces "Quedamos los que puedan sonreir en medio de la muerte, en plena luz"
Si bien no es una situación, digamos... ¿Grata? es bueno saber que caminas por esa senda de ladrillos amarillos, de vuelta al lugar donde realmente perteneces.
Y ese lugar para mí es uno mismo.

A. Drace dijo...

Está lindo :)
Nunca esta demás recordar las cosas simples, las que cuestan nada, siempre estan y nos hacen felices de formas invaluables.
El mundo lo puedes pasar de muchas maneras, puedes peliar, puedes enojarte, puedes llorar o alegrarte, pero finalmente lo vas a tener que pasar, es ineludible. Y ¿para que pasarlo de mala manera, si lo puedes pasar de la mejor forma posible?

Lendalinë dijo...

Holaa muchacha! :D tengo algo para vos en mi blog ;)

Huesitos dijo...

Siguiendo nuestra voluntad y el viento, podemos ir donde nadie ha ido jamás...

Siempre me ha agradado la forma en que aprecia las cosas simples de la vida, y por supuesto la forma en que lo plasma en sus palabras, pero como dijo el primer blogger, "es más bien un trance personal", por lo que no me quiero pecar de entrometido.

Le quiero mucho hermanita, y mil disculpas por ser tan desagradecido con usted de no pasar por aquí tan seguido; espero me comprenda. Un abrazo fuerte, un beso, y un hasta pronto :)